Seguramente al leer el título de esta columna de opinión muchos de los lectores habrán pensado en Pedro Sánchez o en Ximo Puig, lo comprendo y es normal, es imposible no hacerlo. Son malos gobernantes, que piensan únicamente en ellos y en como mantenerse en el poder sin importarles el día a día de los ciudadanos de a pie, a los que cada día nos cuesta más y más llegar a fin de mes. Pero no, yo les hablo del Alcalde de Vinaròs, que también es socialista y sigue el mal ejemplo de sus jefes.
Porque en Vinaròs llevamos casi siete años de gobiernos de izquierdas y los problemas no hacen más que crecer al tiempo que aquellos que están al frente del Ayuntamiento únicamente contratan un plan tras otro para generar publicidad y propaganda mientras justifican su inacción.
Un plan estratégico de turismo que contrataron a dedo y que se quedó olvidado en un cajón hasta que se contrata a dedo la revisión de un plan que ni se ha tocado. Un plan estratégico de ciudad que también contrataron a dedo y que ni siquiera se aprobó por el Pleno. Un plan de movilidad por el que se ha pagado 134.000 euros y que el gobierno reconoce en el pleno donde lo aprobaron que no lo cumplirá. Un plan del casco antiguo de la ciudad del que nadie conoce nada, pero por el que se pagarán otros 100.000 euros.
Los socialistas llegaron al poder en Vinaròs sin proyecto y sin ideas, sin ambición de futuro, y por eso contratan planes estratégicos rimbombantes que pagamos todos, pero después no ejecutan nada, es la improvisación continua y el gobernar pensando más en la publicidad que en los vinarocenses. Y es que, como siempre pasa, los gobiernos socialistas nos salen muy caros.
Lluís Gandía, presidente del PP de Vinaròs