A buenas horas…

El PSPV-PSOE no deja de sorprendernos. La pasada semana el Alcalde, Guillem Alsina, se rodeó de diputados autonómicos socialistas para ofrecer una rueda de prensa y valorar los presupuestos de la Generalitat Valenciana… y después de ochos años se acordaron de Vinaròs.

Durante los ocho años del Botànic con Ximo Puig al frente, Vinaròs ha sido una ciudad olvidada por la Generalitat. Los grandes déficits en infraestructuras siguen en su mayoría pendientes y tendrá que ser el gobierno actual presidido por Carlos Mazón quien invierta en Vinaròs aquello que no han invertido los socialistas y los nacionalistas de Compromís durante ocho años.

Y primero que nada hay que recordar que, en tan solo ocho años, el Botànic incrementó la deuda de los valencianos en 17.000 millones de euros, ¿pero llegó algo a Vinaròs? No.

En la rueda de prensa los socialistas reclamaron el segundo centro de salud. Son los mismos que durante ocho años han sido incapaces de licitar la obra y ahora exigen esta inversión como si ellos nunca hubiesen gobernado. Quien los escuche verá que están fuera de la realidad, que su discurso no cuadra con sus actuaciones en las últimos legislatura en los que, año tras año, anunciaban una partida presupuestaria para el segundo centro de salud que nunca se convertía en realidad.

Ocurre lo mismo con la ampliación de las consultas del Hospital de Vinaròs, o con el helipuerto, o con la ampliación del IES Vilaplana que Alsina retrasó por decisión propia un año, dejándolo en un cajón de su despacho mientras engañaba a la comunidad educativa. A buenas horas despiertan los socialistas. Cuando podían no lo hicieron y ahora…

Porque si grave es el desparpajo de los diputados socialistas que vinieron a Vinaròs a exigir lo que ellos no hicieron en ocho años, más grave es la actitud de un Alcalde que ha estado callado durante todo este tiempo para no incomodar a sus superiores.

Cuando año tras año la Generalitat del Botànic incumplía sus anuncios y no invertía lo que prometían que invertirían, Alsina nunca alzó la voz para defender los intereses de Vinaròs y aplaudía al Botànic cuando al año siguiente le volvían a prometer aquello que ya estaba prometido, e incumplido.

Vinaròs necesita de un Alcalde y de un gobierno que defienda siempre y de verdad los intereses de los vinarocenses. Quien ha estado callado ante los incumplimientos reiterados de la Generalitat cuando gobernaban los suyos y, ahora, se rasga las vestiduras mientras siembra dudas, no es digno de ocupar la máxima representación de los vinarocenses.