Una infamia de 2 minutos y 36 segundos

Las explicaciones que ha ofrecido a los vinarocenses el Alcalde, Guillem Alsina, sobre el caso de corrupción más grave ocurrido en nuestro Ayuntamiento a lo largo de toda la democracia duraron exactamente 2 minutos y 36 segundos. Una vergüenza mayúscula fruto de un Alcalde que ni puede ni sabe dar las explicaciones oportunas al pacto con un corrupto para que éste tenga la pena mínima.

Los vinarocenses conocieron por el Partido Popular la sentencia condenatoria al concejal de Compromís que malversó fondos de todos los vinarocenses para su propio beneficio y, ante eso, la rueda de prensa ofrecida por Alsina duró 2 minutos y 36 segundos. Las promesas de transparencia y honestidad realizadas por la izquierda pasaron a mejor vida cuando se trata de explicar aquello que no tiene explicación y que supuso el pacto para pedir una pena mínima a un corrupto.

En el último pleno desde el Partido Popular presentamos una moción para que el gobierno municipal explicara públicamente los motivos por los que pactó una condena mínima para su compañero de gobierno, pero de nuevo perdieron la oportunidad de explicar sus razones.

El primer teniente de Alcalde, Marc Albella, volvió a confundir el salón de plenos con un escenario y su actuación teatralizada solo hizo que confirmar aquello que la inmensa mayoría de vinarocenses ya tenían claro y es que el gobierno tripartito de PSPV-PSOE, Totes i tots y Compromís, no tiene argumentos que justifique su decisión y necesita de cortinas de humo y sobreactuaciones para que los vinarocenses olviden su tropelía.

Pero de nada le servirán ni al gobierno municipal ni al portavoz socialista los falsos aspavientos ni los textos ensayados frente al espejo. La realidad está grabada en la memoria de los vinarocenses y no es otra que la de un concejal robando y un gobierno formado por PSPV-PSOE, Totes i tots y Compromís ocultándolo en vísperas de unas elecciones municipales. Todo tapado hasta tres días después de votar y meses más tarde pactando una condena mínima que deja al descubierto su forma de gobernar.

Vinaròs merece un gobierno honrado y honesto, un gobierno que tenga claro que frente a la corrupción tolerancia cero y máxima condena, en este y en todos los casos. O se tiene clara esta premisa o no se puede ser ni el Alcalde ni el gobierno de Vinaròs.

Lluís Gandía, presidente del PP de Vinaròs