Trabajando duro, pero sin perder la sonrisa

Sabíamos que gobernar Vinaròs tras la parálisis de ocho años y medio de gestión socialista no sería fácil, que eran muchas las necesidades de nuestra ciudad y muchas las infraestructuras y servicios que necesitaban de un impulso y un cambio para que los vinarocenses mejoraran su día a día.

También supimos desde el primer día que la oposición iba a destinar todo su tiempo y esfuerzo a torpedear el avance de Vinaròs, a intentar dividir a los vinarocenses, creando crispación y polémicas artificiales para generar mal ambiente en la ciudad. Si todos los esfuerzos que dedican ahora los hubiesen dedicado en sus años de gestión, Vinaròs sería hoy una ciudad líder en muchos campos, pero no fue así.

A pesar de todo el ruido provocado por la oposición la gestión municipal cada día toma más velocidad, porque sabemos lo que queremos hacer y como lo queremos hacer, porque escuchamos a los vinarocenses y priorizamos nuestros esfuerzos en resolver uno tras otro todos los embrollos que nos hemos encontrado.

A los socialistas ya solo les queda parafrasear a folclóricas para ver fantasmas allá donde solo existe un gobierno responsable y que trabaja duro para poner en marcha todo aquello que prometimos en la campaña electoral.

Quienes no fueron capaces de aprobar un presupuesto municipal han visto como en menos de tres meses hemos sido capaces de aprobarlo, lo que permitirá hablar en serio de un nuevo pabellón polideportivo, de la reforma de la plaza Primero de mayo, de un nuevo auditorio, de solucionar los PAI que llevan años enquistados como el de la Torre Ballester.

Mientras el gobierno municipal propone que con la subvención de la Diputación se reforme el tramo que falta de la calle Arcipreste Bono, la oposición ni tan siquiera vota a favor de esta propuesta. Se han instalado en la negatividad y la bronca por todo.

Vinaròs no se detiene ni se detendrá, hemos comenzado a recorrer el camino que nunca debió abandonar y lo haremos siempre con el esfuerzo que merecen los vinarocenses, trabajando duro, pero sin perder la sonrisa porque ahora Vinaròs avanza.