Las infraestructuras que necesitamos

Vivir en el extremo norte, y por tanto alejado de los grandes centros de decisión política, tanto de la provincia como de la Comunidad te permite observar con claridad aquello que sufres permanentemente, es decir, lo importante que para cualquier territorio son las infraestructuras que vertebren una sociedad tanto en comunicaciones como en servicios y que son las que permitirán recuperar la economía con mayor rapidez.

Los ciudadanos de Vinaròs, y por extensión de la comarca del Baix Maestrat, tenemos los mismos derechos que aquellos que viven cerca de las capitales, incluso me atrevería a decir, que nuestras necesidades son mayores todavía, por ello es preciso que permanentemente levantemos nuestra voz para hacer que no se olviden de nosotros.

La variante de la N-340 en el tramo entre Vinaròs y Peñíscola avanza lentamente; la futura A-68 que nos unirá con Aragón o la mejora de la N-238 son proyectos que la crisis parece ser que ha aparcado a la espera de mejores tiempos. Y eso por no hablar de los trenes de Cercanías, que hoy como ayer, seguimos exigiendo en beneficio de los miles de usuarios que esperan una respuesta positiva a una demanda histórica.

Somos sabedores de las dificultades económicas actuales pero eso no debe servir de excusa para que nuestros vecinos vean aplazadas unas necesidades que deberían estar resueltas desde hace años. No hay excusas posibles, somos ciudadanos de primera al igual que aquellos que viven en las áreas más pobladas y cercanas a las capitales y así hemos de seguir reivindicándolo todos los días.