Las cosas como son

Desde que llegaron los nuevos partidos a la política hay cosas que siguen igual y cosas que han cambiado. Primero apareció Ciudadanos, después apareció Podemos, y empezaron a dar lecciones a todas aquellas personas que con esfuerzo y sacrificio habían construido una transición modélica y ejemplar. Hoy Ciudadanos ha desaparecido de prácticamente todas las instituciones y Podemos es un apéndice del partido de Yolanda Díaz, sin más relevancia que aquella que le otorgan sus salidas de tono.

Algunos seguimos fieles a nuestra forma de entender la política y que no es otra que decir la verdad, las cosas como son, por mucho que ello sea un primer momento incomprendido por aquellos que tienen más interés en lo personal que en lo colectivo.

En Vinaròs decir las cosas como son es decir que el gobierno de Alsina perdió las elecciones. Tres partidos dijimos que Alsina y el PSPV-PSOE no eran los adecuados para gestionar el Ayuntamiento y esos tres partidos obtuvimos la mayoría absoluta en el pleno. Quizás algunos piensen que las promesas electorales son solo para los quince días de campaña o hasta el día de la investidura, pero no es así, aunque a algunos les sorprenda.

En Vinaròs decir las cosas como son es decir que Alsina y el PSPV-PSOE han perdido la mayor parte de los 10 millones de los fondos EDUSI que anunciaron hace casi siete años. Y no es ser ni agorero ni pesimista, es ser realista. Dijeron que con ese dinero tendríamos un Centro Social y una Vía litoral, y ni una cosa ni la otra. Ahí tenemos al gobierno actual intentando meter facturas de obras de mantenimiento diario en los fondos EDUSI para disimular su fracaso ante la ciudadanía.

En Vinaròs decir las cosas como son es señalar a un gobierno que pierde subvenciones de la Generalitat, que otras subvenciones ni las solicita y que en cambio no tiene reparo alguno en sacar notas de prensa apropiándose de obras de otras administraciones.

En Vinaròs decir las cosas como son es recordar que Alsina y sus concejales (excepto los que le dimiten, porque en cada legislatura les dimite alguien), llevan más de ocho años gobernando y Vinaròs sigue igual que en 2015. Dirán que han arreglado tres calles… faltaría más. Hay motivos para el cambio, y lo sabe quien lo tiene que saber. Ahora falta saber si les apetece creerse lo que decían o no.