El PP reivindica en Vinaròs el plan fiscal de Mazón con las bajadas de impuestos que el PSOE rechaza

El aparato de altos cargos y asesores que el PSOE ha construido en la Generalitat Valenciana lo pagan hoy familias y empresas de sus bolsillos a “precio de oro sin que desde el Consell se habiliten medias de alivio fiscal para sus economías”. Rubén Ibáñez, diputado del PPCV y responsable de Economía, ha defendido hoy en Vinaròs junto al presidente del PP local, Lluís Gandia, la revolución fiscal de Carlos Mazón, líder del PP autonómico, como antídoto “a una Generalitat que estrangula a familias, pymes y empresas para engordar el aparato que da de comer a los suyos”.

“Hoy pagamos al gobierno más caro de la historia de la Comunitat Valenciana sin tregua para los ciudadanos. En un momento de crisis en el que las familias y las empresas lo están pasando mal, no hay balón de oxígeno para un territorio que no puede sobrevivir con políticas que en lugar de ayudar, maltratan”.

Pero hay una alternativa fiscal, realista y rigurosa, que “nuestro presidente regional, Carlos Mazón, propone y que supondría crear 70.000 puestos de trabajo y generar un impacto económico de 1.530 millones de euros”. “Bajar impuestos nos permitiría dar un salto cualitativo que permitiría que el PIB creciera un 1,5%”.

Y para lograrlo la reforma plantea la rebaja de todos los impuestos para que la Comunitat Valenciana deje de ser la penúltima autonomía en competitividad fiscal, solo superada por Cataluña. “Se puede conseguir con una rebaja del IRPF que este gobierno socialcomunista impone a las rentas más bajas, castigadas con la tarifa más alta de toda España -solo superada por Cataluña-”. “Nosotros proponemos que el mínimo pase del 10% al 9% para generar ahorro”.

En el impuesto sobre el patrimonio, “hacemos desaparecer el impuesto, mientras que en sucesiones y donaciones, al  no estar permitida la suspensión del impuesto, planteamos una bonificación del 99%”. Un giro tributario “que impida destruir el patrimonio familiar que en ocasiones se ve abocado a la venta para poder pagar impuestos”.

Por último, en el impuesto sobre transmisiones patrimoniales, “planteamos que frente a la tarifa única más cara de toda España que Ximo Puig impone”, se aplique una escala progresiva. “De modo que frente al 10% actual, si la compra del inmueble es inferior a 250.000 euros se aplica un 6%, si su valor no supera los 600.000 euros el impuesto es del 8% y si lo supera la tarifa a aplicar sea del 9%. “Bajamos del 10% y aplicamos bonificaciones para jóvenes que adquieran vivienda de hasta 150.000 euros y para familias numerosas que compren una vivienda de hasta 180.000 euros. En ambos casos, el impuesto cae al 3%”. En definitiva, “un apoyo a las familias frente al maltrato injusto que actualmente sufren”, ha concluido Ibáñez.