Cataluña, futuro o quimera

Evidentemente este no es un tema de interés puramente local, pero por razones de vecindad, y de este mimetismo mediante el que muchos de nuestros conciudadanos intentan imbuirnos en una cultura que aunque hermana no es la nuestra, creo interesante el hacer un somero análisis de los resultados de las elecciones en nuestra siempre cercana Catalonia.

Para nadie es nuevo el hecho de que ante una incapacidad manifiesta para gobernar sin “quemar las naves” por los recortes económicos inevitables en una región que el gobierno tripartito había dejado en la más absoluta bancarrota, el líder de CIU Artur Mas, consideró a la vista de los actos del 11-S que podía erigirse en el “Mesias catalán”.

Partiendo de esta premisa, el capitoste hoy decapitado, Artur Mas convocó unas elecciones de las que estaba seguro de que envolviéndose en la “senyera estelada” y disimulando sus políticas económicas que no le traían más que impopularidad y perdida de votos, alcanzaría la gloria y el poder absoluto de una de las regiones más productivas de España, aunque hoy en la más completa indigencia social y económica.

Pero a veces el destino es realmente cruel con los iluminados, hoy su futuro pasa por la humillación, la dimisión o el descredito más absoluto entre sus votantes.

Por otra parte, Esquerra Republicana el vencedor virtual de las elecciones, se ríe con disimulo de una CIU que les ha regalado miles de votos con la incitación al independentismo y amenaza al pírrico ganador de las elecciones de seguir la vía independentista o atenerse a las consecuencias.

El PSC siguiendo su rumbo a ninguna parte, desgraciadamente ya conoce cual es su suelo electoral, pero con su idea de un federalismo inconcreto y surrealista no ha conseguido más que atraer a su voto incondicional cada vez más reducido, y si bien ha conseguido frenar en parte el descalabro que las encuestas vaticinaban, ha dejado claro que tardará años en llegar a ser lo que fue en Catalunya, si es que alguna vez lo consigue.

En cuarto lugar el PP, que con sus mejores resultados históricamente hablando esperaba más votos y más escaños. Pero puede justificarlos dignamente y seguir en la brecha de afianzarse en una sociedad que no le deja espacio electoral.

IC els Verds, otro de los corresponsables del desaguisado, se ha quedado como suele decirse entre “Ares y Benasal” y diciendo por lo bajini “Gracias Virgen de Lourdes por dejarme como estoy.

“Ciudadans” ha triplicado sus votos y su representación, saben que están en el buen camino y no modificarán su rumbo es cuestión de paciencia y trabajo. Algún día no muy lejano serán necesarios, pero les queda mucho camino por delante.

Y por último el CUP, radicales y okupas al poder, nadie en su sano juicio podía imaginarse el apoyo que han recibido estas siglas, vamos, que no se lo creen ni ellos.

Y con todo este enjambre, el “ilumineta” de Mas tiene que gobernar con una composición que permite desde hacerlo en minoría hasta la composición de cinco mayorías absolutas diferentes. Todo un damero maldito para una región que necesita estabilidad, “seny” y un esfuerzo inmenso para salir de la crisis.

Ya lo ven ustedes catalanistas vinarocenses, nuestros vecinos han intentado tocar el cielo con las manos y han caído de bruces en el charco. Que tengan suerte.