Calumnia, que algo queda

Esta frase tan conocida por todos, vieja como el mundo y que parece que ya no pueda engañar a nadie, por desgracia continua teniendo sus adeptos para mantener vigencia y “almas de cántaro” para difundir sus infundios.

Como botón de muestra, y supongo que fruto de una campaña orquestada desde algún cerebro en putrefacción, hemos tenido que soportar el rumor maledicente que el Alcalde y algún que otro concejal se habían incluido a si mismos en el reparto del plus de productividad, que se efectúa anualmente y en exclusiva para la plantilla de empleados del Ayuntamiento.

Las mentes bienpensantes y los conocedores del asunto,  han comprendido rápidamente que tamaño disparate no podía ser fundamentado, pero los ingenuos e interesados en difamar,  se han divertido haciendo correr el rumor con el único fin de dañar la imagen del Alcalde, y han estado muy diligentes en difundir por las redes sociales la noticia difamatoria.

También hay que decir que tal y como ocurre siempre, los partidos políticos de la oposición han jugado la baza demagógica,  en el sentido de que, si  se ha incrementado, si se ha distribuido de modo discriminatorio e injusto, usando cualquier argumento que pueda desgastar al gobierno, porqué en caso de haberla eliminado, reducido o distribuido de otro modo,  la crítica igual hubiera existido.

Es penoso ver a la oposición entrando a todos los “trapos”, ya ni siquiera el cumplimiento de las obligaciones contraídas en los convenios laborales del Ayuntamiento se salvan a la crítica demagógica. Que podría haberse dicho del gobierno si no los hubiera cumplido. En resumen, pura basura y  propaganda política de baja catadura.

Por otra parte, cambiando de tema pero hablando de lo mismo, si la semana pasada era el concejal de Hacienda, Ernesto Molinos, el blanco de las especulaciones sobre su vida particular, las cuestiones personales y familiares que le condicionaban la continuidad de su vida política, este fin de semana han sido varios los concejales del grupo popular y de forma muy especial el Alcalde las víctimas de la difamación y la maledicencia.

Seguro que alguien se habrá divertido creando tensiones entre parejas, familias y sobre todo hiriendo a sus hijos, pero como siempre ocurre la “basura” se hunde y la verdad permanece a flote. Quien nada tiene que ocultar camina siempre con la cara alta, pero al calumniador más pronto o más tarde se le atrapa y será él, y no otro, quien tendrá que bajarla.