Apostar por los sectores productivos

El comercio, el turismo, la industria, la pesca y la agricultura son la base de nuestra economía local y son también unos sectores olvidados en la gestión del socialista Alsina en los últimos años. La falta de proyecto es más que evidente si repasamos las acciones emprendidas en los últimos ocho años y medio para estos sectores.

Vinaròs no puede avanzar sin políticas municipales que dinamicen de forma permanente y decidida estos sectores básicos de nuestra economía. El proyecto de Alsina ha estado marcado por las luces cortas, por buscar el cortoplacismo, fruto de pensar más en una rueda de prensa para obtener un titular en la prensa que en políticas a medio y largo plazo que consoliden y potencien los sectores que crean empleo.

Es verdad que diseñar y planificar políticas destinadas a todos estos sectores cuesta tiempo, necesita de recursos y los resultados no pueden venderse en una sola legislatura, pero ese es el camino que debe recorrer un gobierno responsable que es, precisamente, el que Vinaròs no tiene.

Tenemos unos gobernantes municipales que como ya hemos dicho en muchas ocasiones están paralizados pensando más en hacer oposición de la oposición que en el futuro de Vinaròs. Un equipo de gobierno que trabaja pensando en ellos mismos y no en las próximas generaciones. Y eso es lo que debe cambiar.

El cambio que propone el Partido Popular es un impulso para nuestra ciudad, con un gobierno que tenga claro el camino a seguir y como superar los obstáculos que seguro que aparecen en el mismo. Vinaròs y sus sectores productivos necesitan de un Ayuntamiento que los acompañe todos los días y no únicamente cuando surja una ocurrencia municipal.

Es hora de tomarse la política en serio y el apoyo a nuestro comercio, industria, agricultura, pesca o turismo como una prioridad municipal. Es la hora de dejar atrás la política de charanga y pandereta y pasar a una gestión responsable, con sentido común y consensuada con los implicados.

No se debe perder más tiempo. Tenemos una última oportunidad para engancharnos a las nuevas formas de hacer y entender la gestión pública, pero esta oportunidad no lo será si el Ayuntamiento sigue instalado en la parálisis de los últimos ocho años.