Alsina acaba como empezó: Del cajero a la chatarra

Los vinarocenses votaron en 2019 engañados por el PSPV-PSOE y Podemos. Antes de votar nos ocultaron que un concejal de Compromís, compañero suyo de gobierno, había metido la mano en la caja de todos. Taparon la corrupción durante semanas para no ser castigados en las urnas y después pactaron con el corrupto solicitar la condena mínima.

El sainete de la cabeza de cordero puso de nuevo sobre la mesa las vergüenzas del gobierno de Alsina. Un gobierno que nunca fue un equipo y que únicamente se soportaba por el pegamento que suponía para ellos la nómina a final de mes. Jugar al amigo invisible en el despacho del Alcalde y acabar tirándose los trastos a la cabeza pone de relieve la talla de un gobierno que ha sido, desde el primer momento, un despropósito.

Esta semana ha saltado el asunto de la chatarra y, como con el caso del concejal que metió la mano en la caja, lo primero que vemos es que Alsina ha ocultado este negro asunto desde el mes de mayo de 2022. Tantos meses ocultando información no tiene lógica alguna si se actúa desde el primer momento y con arreglo a la legalidad.

De nuevo hemos visto a un Alcalde queriendo ocultar los trapos muy sucios de su gestión bajo la alfombra para que no quedaran a la vista de los vinarocenses. Y cuando descubre que sus vergüenzas están al descubierto intenta utilizar el recurso del ventilador para confundir a los vinarocenses.

Cuando en mayo de 2022 un trabajador municipal le advirtió de la venta de chatarra Alsina no hizo nada, giró la cabeza hacia otro lado y se negó a poner solución. También se quedó sin hacer nada en junio cuando le presentó un escrito por registro de entrada. Durante meses, hasta octubre cuando fue requerido por el Defensor del Pueblo, Alsina no hizo nada ni tomó ninguna decisión.

Si antes de la rueda de prensa de Alsina ya existían muchas preguntas sin respuesta y demasiadas sombras sobre la gestión municipal, después de escuchar al Alcalde se incrementaron las preguntas y las dudas. Hoy la situación es idéntica a la de mayo de 2019: Un Alcalde intentando tapar los trapos sucios para que los vinarocenses voten el 28 de mayo sin conocer la realidad de lo que ocurre en el Ayuntamiento. En 2019 lo consiguió, pero esta vez no ha tenido tanta suerte. Alsina no puede esconderse más.